Invierno ruso ofrece atractivos a viajeros del tren Transiberiano

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  • La aldea de hielo o las notas del pianista son algunas de ellas

RedFinancieraMX

A pesar del frío del invierno ruso, que cobra fuerza los meses de diciembre a febrero, muchos turistas viajan al norte del país y suben al famoso tren Transiberiano para disfrutar sus atractivos.

La Rusia invernal ofrece además de la aurora boreal, la aldea de hielo o las notas del pianista en el tren, compartió Yulia Arsénieva, guía turística e intérprete.

La ruta del viaje de invierno incluye las ciudades de Moscú, Apatiti, Kírovsk, Múrmansk y San Petersburgo. El principal objetivo del viaje es cazar la aurora boreal, fenómeno natural de increíble brillo o luminiscencia que se presenta en el cielo nocturno de las zonas polares.

“La búsqueda de la aurora boreal comienza en Kírovsk y continúa en Múrmansk. Sin embargo, en las ciudades es muy difícil verla debido a la iluminación eléctrica”, explicó Yulia quien trabaja con Eurasia Trains & Tours.

Por lo general, “para ver las luces del norte en toda su belleza, es necesario salir de la ciudad, preferiblemente lejos de la luz artificial”, agregó Yulia quien habla español y trabaja con los turistas españoles y latinoamericanos, entre otros.

En Kírovsk y Múrmansk también hay miradores, algunos tienen casas donde el turista puede calentarse y relajarse.

“Pero hay áreas más naturales, lejos de la ciudad, donde está el bosque nevado, estás tú y el cielo arriba. En lugares tan desérticos se hacen las fotos más pintorescas”, asegura Yulia.

También aclara que incluso fuera de las grandes ciudades no resulta tan fácil cazar la aurora boreal. A pesar de que existen ciertos pronósticos, es imposible garantizar al 100 por ciento que se logre verla.

“La naturaleza no tiene horarios fijos. Mucho depende del tiempo, es importante que el cielo esté despejado. Cazamos tres noches seguidas, y cada vez en diferentes lugares, lo que aumenta nuestras posibilidades de tener éxito. Siempre nos ayuda una actitud positiva y un buen estado de ánimo”.

Según la guía, siempre hay varios autobuses al lado, y los turistas que están cansados pueden regresar al hotel, mientras que los observadores y fotógrafos más apasionados pueden quedarse hasta el final.

“La aurora boreal está en constante movimiento, se mueve de un lado del cielo para otro, cambia de brillo y colores, es muy emocionante verlo. Uno puede pasar toda la noche así”, cuenta la joven.

Aunque los turistas no logren cazar las luces del norte, no se aburrirán porque el viaje en tren ofrece muchas otras aventuras y diversiones: la visita a un pueblo completamente hecho de hielo, un verdadero reino de nieve y obra maestra de los artesanos locales; o un paseo por la aldea de los saami que se dedican a la cría de ciervos, la pesca y la caza.

“Son hospitalarios y nos permiten ver y alimentar a los ciervos, probar los platos caseros de los saami, participar en sus juegos típicos de invierno, montar en trineo de renos e incluso ‘brujear’ un poco”, cuenta Yulia.

Otra parada del tren turístico está en Múrmansk, el puerto más al norte de Rusia, cubierto de nieve. Aquí, los amantes de la aventura pueden ver los perros huski rusos, probar la carne de ciervo y de oso, pescar en el hielo o montar en toboganes de nieve.

A pesar de que el clima en la región de Múrmansk es bastante suave para el norte de Rusia, Yulia recomienda a los turistas que lleven ropa interior térmica, sudaderas de lana, chaquetas y pantalones resistentes al viento y pañuelos en el cuello como si fueran a esquiar en las montañas.

“También les recomendamos que compren suelas antideslizantes con dientes para el hielo y calentadores especiales para manos y pies”.

Además, es importante llevar baterías adicionales para teléfonos y cámaras, ya que se descargan mucho más rápido en el frío. Y, por supuesto, hay que llevar un lápiz labial higiénico y crema nutritiva para manos y cara.

“De todas maneras, nuestro equipo trata de tener en cuenta todos los detalles y cuidar la comodidad de nuestros turistas. Hay un médico en el tren, los guías siempre están con los turistas y nuestro pianista viaja con nosotros, así que nunca nos aburrimos”, asegura la guía.

Además del norte de Rusia, Yulia se especializa en el mítico tren Transiberiano, viaje de ensueño de muchos rusos y extranjeros. No obstante, la interlocutora de la agencia recomienda hacer el viaje por las ciudades de Siberia en verano —de junio a agosto—.

“Creo que es mejor viajar en el Transiberiano en verano para disfrutar plenamente de la belleza de la naturaleza, caminar por las ciudades de Siberia, las estepas de Mongolia y las calles de Pekín. Los inviernos en Siberia y Mongolia son demasiado severos para tales actividades”.

Pero si uno quiere ver la ruta del Transiberiano en invierno, según Yulia, la mejor opción es ir al lago Baikal.

“Es un milagro de la naturaleza que vale la pena ver. El agua sorprendentemente clara del Baikal se congela y forma dibujos increíblemente hermosos en el hielo, cuevas de hielo y grutas. Cuando estás en el Baikal en invierno, tienes la sensación de estar en otro planeta. Es fascinante”, admite la guía.

Los turistas que viajan en el Transiberiano tanto en verano como en invierno a menudo confiesan que no se imaginaban que Rusia fuera tan grande.

“De Moscú a Ulán-Udé viajamos casi 6.000 kilómetros en tren. Ni siquiera nosotros, los rusos, siempre nos damos cuenta de lo grande que es nuestro país”. Además, dice, el Transiberiano rompe con los estereotipos y disipa los mitos de los extranjeros sobre Siberia.

“Siberia les sorprende a muchos porque rompe los tópicos de que sea una tierra gris, triste y casi desértica. ¡Esto no tiene nada que ver con la realidad! Sus ciudades son hermosas e interesantes, ni hablar de la perla de Siberia: el lago Baikal, un lugar especial de poder y energía”.

“El error más común de los turistas que viajan en el Transiberiano en verano es la gran cantidad de ropa caliente que llevan porque piensan que el clima es frío en Siberia. Claro, en invierno la temperatura baja a —40 grados, pero en verano puede llegar a +35. Por lo tanto, antes de salir de viaje, es mejor ver el pronóstico del tiempo”, aconseja Yulia.

Los precios de estos exóticos viajes por Rusia varían por temporada, duración y compartimiento; por lo que el de invierno, de 10 días, puede costar desde tres mil 500 euros. El viaje en el Transiberiano (Rusia — Mongolia — China) es de 16 días y su precio de unos cinco mil euros.