- Dicha ciudad no está reconocida por las Naciones Unidas
RedFinancieraMX
A lo largo de la frontera entre Moldavia y Ucrania, más allá del río Dnestr, hay una franja de tierra llamada Transnistria, habitada por poco menos de medio millón de personas y dotada de un gobierno independiente.
Tiene su propia moneda, su propia Constitución, sus propias fuerzas armadas y su propio himno nacional, titulado “Cantemos los elogios de Transnistria”.
Tiraspol (que literalmente significa “más allá del Dnestr”) es su capital. Tiene tres idiomas oficiales: el ruso, el rumano y el ucraniano.
Pero, sobre el papel, Transnistria no está reconocida por ningún estado miembro de las Naciones Unidas.
En la práctica, no es considerada un estado. Transnistria, o República Moldava de Pridniestrov, es oficialmente una región de Moldavia.
Se separó de su país durante la desintegración de la Unión Soviética, en 1990, cuando la entonces República Soviética de Moldavia declaró la independencia.
El resultado fue una guerra civil y un alto el fuego que “congelaron” el conflicto durante más de 25 años, sin llegar nunca a un verdadero tratado de paz.
A lo largo de los años, Transnistria mantuvo inalterada toda la escenografía de la era comunista: en la bandera hay hoces y martillos; delante de los edificios del gobierno hay estatuas y bustos de Lenin; las calles principales están dedicadas a Karl Marx y a los llamados “filósofos rojos”. Transnistria goza de una independencia de facto, y sus fronteras están patrulladas por unos mil 200 pacificadores rusos.