Los pozos de Carlos Pozos

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  • 30 años sin el tigre
  • Por Carlos Pozos

 

Redfinancera

 

Recuerdo bien, amigos, que el martes 9 de enero del año 2007, con Felipe Caderón como presidente de México, el licenciado Andrés Manuel López Obrador, logra espacios en la televisión mexicana en Canal 13 de Televisión Azteca y adquiere un segmento de 30 minutos a Canal 13, después de las 12:00 de la noche, para “ROMPER EL CERCO INFORMATIVO”. Ese programa se llamó LA VERDAD SEA DICHA, producido por el cineasta Luis Mandoki.

Pero en esos días el cerco informativo en contra del AMLO era más férreo, y prueba de ello fue que la empresa TVAzteca no informó a tiempo a sus repetidoras en los estados acerca de la emisión de La verdad sea dicha, del “presidente legítimo” de México, Andrés Manuel López Obrador.

La carencia de una falta de comunicación interna en TVAzteca, ocasionó que en 12 entidades el programa no se transmitiera porque las televisoras locales ya tenían “sus espacios comercializados”.

En ese entonces era César Yáñez el vocero, y luego del “error cometido por parte de la televisora privada”, el portavoz indicó que la empresa se comprometió a que dicha situación no se repetiría.

Lo que fue un hecho es que la primera emisión de La verdad sea dicha, que se transmitió en la madrugada de ese martes, no se difundió en 12 entidades de la república mexicana.

Así las trabas para un luchador social que aun pagando por un “espacio” en la televisión mexicana de Canal 13 de TV Azteca, de tan solo 30 minutos las 12:00 de la noche, se le aplicaron trabas internas y externas para que no “ROMPIERA EL CERCO INFORMATIVO”, que hasta hoy en día prevalece y que está en manos de las empresas mercantiles de comunicación que tienen las concesiones que el estado mexicano, les entregó con argucias durante los gobiernos neoliberales para seguir manejando un entramado mediático, porque hoy por hoy mucha de la población se desinforma con la radio, prensa escrita y televisión privada.

Estos hechos sucedían en la segunda empresa televisiva más importante de México. Ya se contaba con otra opción, diferente a la que existente hasta el 16 de abril de 1997, cuando Emilio Azcárraga Milmo falleció en Miami, para dejar el poder de TELEVISA a su hijo Emilio Azcárraga Jean. Por ello es necesario recordar algunas de las frases célebres del “Tigre”, quien en el mes febrero de 1993 concebía a México como “un país de una clase modesta muy jodida, que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil”.

El heredero del imperio televisivo, Emilio Azcárraga Jean, hizo la promesa de transformar a TELEVISA. La poderosa televisora primero fue –sin duda alguna y de manera explícita– un soldado del régimen priista; y después –luego que entender y saber que la noticia se vuelve una mercancía y la verdad pierde su valor–, logró ser tan influyente que colocó la televisora privada mexicana, a presidentes en México, como si se tratará de un producto más en el mercado.

Recordemos tan solo el año 2006 con la Ley Televisa y desde 2010 a 2012 con el imparable e innegable negocio de llevar a Enrique Peña Nieto a la presidencia de la República a través de muchas horas de menciones de parte de sus voceros, así como de la difusión de encuestas a modo, para favorecer la imagen del gobernante del Estado de México y su nueva esposa.

Un análisis de Jenaro Villamil –en su libro La rebelión de las audiencias, Editorial Grijalbo, 2017– estima en términos generales que TELEVISA llegó a la cúspide de su poder político justo en el descenso de su credibilidad y en el momento de deserción de sus audiencias más jóvenes ante las nuevas plataformas de información y entretenimiento no controladas por el consorcio de los Azcárraga: las redes sociales y la web tv o la tv on line.

Han cambiado tanto las cosas en la televisión mexicana que el 80 por ciento de las audiencias que se informan a través de medios digitales son audiencias que están en franca rebelión contra la línea informativa y de entretenimiento de TELEVISA, y ya no tiene la credibilidad, sostiene Villamil.

Hoy el gobierno de la Cuarta Transformación ha dejado de pagar multimillonarias cantidades por el pago de publicidad oficial en los medios mercantiles de comunicación: televisión, radio, prensa escrita y redes sociales, lo que ha generado crisis económicas y financieras en medios de comunicación convencionales que tenían fincada la mayor parte de sus ingresos en el pago de publicidad oficial del gobierno federal, así como de gobiernos municipales y estatales.

Según datos de Signum Research la publicidad en la televisión abierta creció sólo 3 por ciento en 2015, mientras que la de internet aumentó 20 y 21 por ciento, aunque por sus altas tarifas tanto Televisa como TV Azteca siguen acaparando más del 60 por ciento del pastel publicitario público y más del 50 por ciento de publicidad privada. TVAzteca, la segunda productora televisiva del país, registró una pérdida neta de 554 millones de pesos en el primer trimestre de 2016, 18 por ciento menos que los 676 millones de pesos en pérdidas registrados en el mismo periodo de 2015.

En su momento, Azcárraga Jean –en agosto de 2004, ante inversionistas de Nueva York– expresó que “la democracia es un buen negocio”. Hoy por hoy, luego de cinco años de relaciones distantes con el gobierno de la Cuarta Transformación, la mayor empresa de contenidos audiovisuales en América Latina tiene el gran dilema de redefinir el rumbo y apostar a una estructura de contenidos que deje a un lado el poder político y económico para que se imponga el de las audiencias y televidentes y así dejar la docilidad que un día tuvo que tragar.

El cerco informativo y de entretenimiento se continúa ejerciendo desde las empresas privadas comerciales de comunicación, que ahora tienen frente de ellas un “tercer modelo televisivo” que está colocando una nueva fórmula muy distinta a la que alimentó a las grandes compañías como la de Emilio Azcárraga Milmo, y sus filiales restringidas. Estamos a un año y meses de las próximas elecciones, con dos mujeres que pretenden ser la primera presidenta de México. En la pantalla de televisión las audiencias observarán por quién se inclina y apuesta cada medio de comunicación mercantil. Pero con la rebelión de las audiencias existente en el país, que ya desafían a los programadores mismos que aún mantienen la idea que los televidentes mexicanos “son una clase modesta muy jodida, que no saldrá de jodida”. A las televisoras se les presenta una última oportunidad de entender con certeza hacia dónde se conducirá con una nueva sociedad más politizada y acabar así con el cerco informativo: ¡luego de 30 años sin El Tigre!… Y hasta aquí con los con Los Pozos de Carlos Pozos. Y si desean que le haga su pregunta al Presidente de México en la conferencia de prensa “mañanera”, por favor háganmela llegar al correo: lordmolecularedacción@gmail.com; vía Twitter a: @lordmoleculaoficial, o bien, visiten nuestro portal https://www.lordmoleculaoficial.com/ así como también pueden ver mi Canal Lord Molécula Oficial.