Centro Histórico

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  • Bolsonaro, AMLO, Trump: el triunvirato nacionalista que marcará a América
  • López Obrador enlista prioridades en mensaje de Año Nuevo
  • Advierte el EZLN que no permitirá que pase el proyecto del Tren Maya
  • Está en su derecho de oponerse, señala López Obrador
  • Por Crescencio Cárdenas Ayllón

RedFinancieraMX

Como todo buen principio de año y que viene envuelto en un paquete de bunas intenciones y en espera de mejores resultados la oportunidad del ambiente decembrino y del cambio de hojas calendario residente López Obrador se le presenta óptima la oportunidad para refrendar sus proyectos anunciados insistentemente para realizar en el presente año y pone como ejemplo lo que ya se avanzó en la transición y durante el primer mes de su gestión con todas las trabas que esperaba encontrar en ese camino y otras que surgen como hongos en el panorama nacional.

Pero también aprovecho para en un mensaje con motivo del fin de año 2018 enumerar los proyectos pendientes y de atención inmediata para alanzar sus metas sin dilación y muy a pesar de las barreras que se levantan a su paso en cada asunto que tiene que ver con las cuestiones salariales los pendientes petroleros del que cada día salen más sorpresas tanto de la industria como del sindicato uno de los más abusivos que todavía quedan y que junto con los robos de los llamados huachicoleros ponen en vilo a la empresa que ha tenido que agarrarse de los incrementos absurdos de las gasolinas que cada vez más saquean los bolsillos de los automovilistas.

Una conclusión de lo que ocurre en Pemex es que todas las fugas económicas que han manifestado durante sexenios se la empezaron a cobrar a los ciudadanos propietarios de vehículos automotores que al igual que se hizo impunemente con el llamado Fobaproa se han desquitado los petroleros con incrementar los costos de los energético y por más que le busquen hasta ahora no se ve claro cómo se pueden revertir esa situación que ha resultado con pingües ganancias para los propietarios de   gasolineras.

Pero terco como ha sido la característica del AMLO aprovecho un mensaje como les digo para refrendar los compromisos que llevará a cabo durante este año y los cinco que vienen después para cumplir con su proyecto sexenal (ya no voy a decir que es la Transportación a la Cuarta Dimensión) y lograr el ambicioso cambio que propuso para México en lo que llamó su Cuarta Transformación y nadie duda, bueno de los creyentes, que logrará sus propósitos  porque le sobre decisión y bajo la fuerza del “me canso ganso” espera lograrlo.

¡Ah! Pero esperen que ahora resulta que cuando al parecer ya se tenían todos los permisos y autorizaciones para que se echara a andar el Tren Maya que unirá a varias zonas de la Península de Yucatán los casi muertos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) pues ahí tienen ustedes que resucitaron de entre las sombras y tinieblas de la Selva Lacandona ahora se oponen a su realización y al mismo tiempo rechazan todo lo que pretende hacer AMLO para favorecer a los puebles originarios a los indígenas pues y aseguran que si la Madre Tierra Hablara uf LO que no le diría al tabasqueño.

Pero haya una noticia que muchos no saben cómo ubicar o como digerir porque se trata de una sorpresa de un trío y no precisamente de cantantes o de bailarines sino ¿Qué creen? que se trata de un trio integrado por México, Brasil y Estados Unidos. Los tres gigantes americanos, donde habitan 660 millones de personas de los 1,000 millones que viven en el continente, estarán gobernados, al mismo tiempo, por tres líderes que abrazan el nacionalismo.

Un triunvirato inusual, un equilibrio, con Washington como principal faro, en el que Jair Bolsonaro aspira a ser su socio predilecto y con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador receloso de esa cercanía, temeroso de quedar emparedado y con la necesidad de entenderse, al menos, con su vecino del norte, en fin cosas veredes Sancho..

El tema es un mini informe actualizado y breve. El presidente, Andrés Manuel López Obrador, enumeró las primeras acciones de su administración: recorte de gastos, disminución de salarios a funcionarios de alto nivel, optimización de recursos, ampliación de apoyos económicos. A través de un video difundido en sus redes sociales, el presidente Andrés Manuel López Obrador difundió un mensaje de felicitación con motivo de Año Nuevo a todos los mexicanos.

Me recordó lo dicho por el escritor y poeta chileno Pablo Neruda porque el presidente dijo: ‘Confieso que estoy optimista, nos irá bien a todos en 2019’: López Obrador. Hoy es el primer día de 2019 y deseo a las mexicanas y los mexicanos lo mejor para este año. Yo tengo motivos para estar optimista, pienso que nos va a ir bien. (Como apunte cultural  Neruda publicó un libro llamado Confieso Que he Vivido  en el que narra con la inigualable potencia verbal, no sólo los principales episodios de su vida, sino las circunstancias que rodearon la creación de sus poemas más famosos), pero bueno.

Vamos a llevar a cabo la transformación de México, ya inició la transformación del país y esto va a dar resultados, va a dar frutos y que venimos sembrando desde hace muchos años”, dijo López Obrador en el video grabado en su rancho. Cuyo nombre familias, del rancho claro escapa a mi memoria.

A lo largo de 13 minutos, el presidente de la República describió las primeras acciones de su administración, recorte de gastos, disminución de salarios a funcionarios de alto nivel, recorte de personal no necesario, optimización de recursos en la compra de insumos del gobierno, ampliación de apoyos económicos a la población joven a adultos mayores y a personas con discapacidad.

Se han sentado las bases, falta mucho todavía, pero ya se avanzó. Estoy optimista, vamos a impulsar proyectos productivos, se va a apoyar al campo, a los empresarios, a los comerciantes”, recalcó el tabasqueño. Dijo que la prioridad en su administración será lograr la paz y seguridad del país con armonía, y trabajo. Vamos a bajar la incidencia delictiva, ya estoy pendiente de eso, vamos a lograr la paz y la tranquilidad, vamos a conseguirla con paz, armonía, trabajo y bienestar. La paz es fruto de la justicia”, puntualizó.

Al final de su video grabado en Palenque, el presidente reiteró su felicitación para todos los mexicanos en el inicio de 2019, sin importar la filiación política que se tenga. A todo ustedes, a las mexicanas, a los mexicanos, a todos, porque yo represento y deseo humildemente hacerlo bien, quiero representarles a todas y todos, independientemente del partido en que ustedes militen, independientemente de sus ideas, yo fui electo para gobernar a todos los mexicanos, y les deseo lo mejor a todas y a todos.

Les mando un abrazo cariñoso y muy fraterno. Lo hago yo y lo mando también a nombre de mi familia”, dijo el presidente. López Obrador anunció que la mañana del miércoles retomará sus reuniones con el gabinete de seguridad y las ruedas de prensa matutinas.

La tercia de tres que nadie esperaba en América. México, Brasil y Estados Unidos. Los tres gigantes americanos, donde habitan 660 millones de personas de los 1,000 millones que viven en el continente, estarán gobernados, al mismo tiempo, por tres líderes que abrazan el nacionalismo. Un triunvirato inusual, un equilibrio, con Washington como principal faro, en el que Jair Bolsonaro aspira a ser su socio predilecto y con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador receloso de esa cercanía, temeroso de quedar emparedado y con la necesidad de entenderse, al menos, con su vecino del norte.

Mientras, un factor permea el ambiente. La cada vez mayor presencia de China en la región podría terminar por distorsionar y ser el invitado externo del juego de tres del nacionalismo americano.

El tablero político de América Latina ha reordenado sus piezas más determinantes este año. En líneas generales, el péndulo se inclinó cada vez más a la derecha. México, que no es poco, fue, en cierta manera, la excepción. El triunfo arrollador de López Obrador en julio aupó al poder por primera vez a un líder que proviene de la izquierda. Mientras, Brasil y Colombia se escoraron aún más a la derecha y en el epicentro de la mayor crisis, Venezuela, se celebró un simulacro de comicios que no hizo más que perpetuar la deriva autoritaria de Nicolás Maduro; una senda que a base de represión intensificó por su parte Daniel Ortega en Nicaragua, con un conflicto que dejó casi 300 muertos.

La geopolítica del continente pivotará en torno a Trump, López Obrador y Bolsonaro, tres líderes para los que la política exterior no se entiende sin un refuerzo previo de la interna. Sobre el papel, López Obrador y Donald Trump dieron señales de querer tener una buena relación. Si el jefe de la Casa Blanca prometió que hará grandes cosas con su nuevo vecino, el presidente mexicano, que asumió el 1° de diciembre, ha insistido en que no tiene intención de confrontar con su vecino del norte. Su forma de hacer política, las maneras, los gestos que tanto importan en estos tiempos no es que difieran mucho, como se ha esforzado en demostrar en apenas un mes López Obrador. Ninguno de los dos tiene precisamente una buena sintonía con los medios de comunicación tradicionales, pero están permanentemente presentes en ellos, tratando de marcar la agenda. Ninguno titubea tampoco en asumir errores, culpar a sus equipos y dar marcha en decisiones controvertidas.

Crisis migratoria. La gestión de la crisis migratoria, no obstante, amenaza torpedear el futuro de esta incierta pareja. Trump tensa cada día la cuerda en su país para lograr financiación para su gran promesa electoral: el muro fronterizo que pretende terminar de construir. El gobierno mexicano, convencido de que los ataques van a ir in crescendo en los próximos meses, según vaya acercándose la campaña de la reelección de Trump , combina el pragmatismo con la tibieza. Necesita del apoyo económico de Estados Unidos para desarrollar sus ambiciosos programas de desarrollo en el sur del país y que contribuya al plan para paliar la crisis migratoria. Para ello, se cuida de alzar la voz ante los ataques de un líder que, ideológicamente, se esperaría en las antípodas.

En la cancillería mexicana incomoda el papel que vaya a desempeñar el gobierno de Brasil, cuando Bolsonaro tome posesión. En el reordenamiento ideológico de la región si alguien tiene motivos para alzar los brazos, ese es el nuevo dirigente brasileño. El triunfo del ultraderechista alineó ideológicamente al país más grande de América Latina con la gran potencia mundial, en la otra punta del continente. Si no fuese por Canadá, engendraría sobre el mapa una suerte de sándwich del populismo derechista que, por otra parte, avanza sin freno por todo el mundo.

Bolsonaro llega decidido a romper con todo lo establecido en Brasil, especialmente si se trata del legado del expresidente Lula da Silva. El hoy encarcelado líder izquierdista promovió durante sus gobiernos alianzas en comercio exterior e industria con los países del sur del continente, bajo el paraguas de la bonanza petrolera de la Venezuela de Hugo Chávez y alejó a Brasil de Estados Unidos.

Sin embargo, Bolsonaro pretende convertirse en el principal aliado de Trump en el sur del continente, tanto en lo económico como en lo ideológico. El nuevo presidente brasileño quiere erigirse como el interlocutor de la Casa Blanca para los conflictos sudamericanos, o, lo que es lo mismo, mostrarse activo en lograr la salida de Maduro del poder en Venezuela. Las primeras señales de la buena sintonía la dieron las reuniones que recientemente mantuvo el todavía presidente electo con John Bolton, consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

Otro casi muerto que resucita y ataca. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) afirmó que no permitirá que pase el proyecto de muerte y porquería del Tren Maya del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien calificó de loco y mañoso, por lo que, dijo, defenderá lo que ha construido en los pasados 25 años.

El lunes, López Obrador llegó a Villahermosa para asistir a la toma de protesta de Adán Augusto López como gobernador de Tabasco. Al preguntarle sobre la resistencia anunciada por el EZLN a algunos de sus proyectos, respondió: Están en su derecho, qué bueno que lo van a hacer, y muchas felicidades a todas y todos.

En voz del subcomandante Moisés, durante un acto realizado en la comunidad de La Realidad, municipio de Las Margaritas, en la selva Lacandona, el EZLN manifestó: “Figúrense cómo está de loco que dice que va a gobernar para ricos y pobres. Sólo un loco que está mal de su cabeza puede decir eso; no trabaja su mente, es descerebrado (…). No sabe ni entiende lo que está diciendo, y no lo entiende porque su patrón le dicta lo que tiene que decir. Es sencillo: no se puede apoyar al explotado y al explotador, se tiene que escoger a uno de los dos, expuso.

El EZLN criticó, sin mencionarlo por su nombre, que López Obrador es muy mañoso, porque (dice) que está con el pueblo de México y sigue engañando a los pueblos originarios, demostrando que se hinca en la tierra pidiéndole permiso y diciendo que todos los pueblos originarios le creen, pero nosotros le decimos que no le creemos.

Al referirse a la ceremonia celebrada el primero de diciembre en el Zócalo de Ciudad de México, donde López Obrador recibió el bastón de mando de los pueblos indígenas, el EZLN expresó: Sólo porque la Madre Tierra no habla, si no le dijera: chinga tu madre; le dijera, vete a la chingada.

En el contexto del 25 aniversario del alzamiento zapatista el primero de enero de 1994, agregó: No vamos a permitir que vengan a destruirnos, y advirtió: No le tenemos miedo a su Guardia Nacional, que le cambió de nombre para no decir Ejército, pero son lo mismo. Sostuvo que López Obrador va a destruir al pueblo de México, pero principalmente a los pueblos originarios; vienen por nosotros, especialmente por el EZLN. Reiteró que no le tienen miedo al nuevo gobierno federal. Vamos a pelear y lo vamos a enfrentar.

Por lo demás, creo que todos estamos bien.