“Juego, Set y Partido”

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  • Por Mauro Flores

 

RedFinanciera

 

La Copa Davis y el trasfondo político; los mejores tenistas mexicanos reiteran que no jugarán contra China si los “dirigentes” del tenis no atienden sus solicitudes.

El tenis mexicano que, desde hace más de cuatro décadas deambula en el escenario deportivo nacional e internacional, ratifica hoy que el único destino que vislumbra es el de estar muy cerca de un abismo insorteable, mientras, seguirá como un botín al que muchos aspiran asirse.

Aparte de los múltiples conflictos que enfrenta, entre ellos, el nulo trabajo para desarrollar talentos; la poca captación de afiliaciones porque, en estos tiempos, a nadie le interesa pertenecer al tenis federado; la desaparición de muchos torneos, incluidos los futuros varoniles y femeniles, además de la pésima organización en otros; y que es una federación sin reconocimiento jurídico porque, hasta hoy sigue sin el respaldo de la CONADE, órgano rector del deporte en México y, hasta donde sabemos, ningún juez ha ordenado lo contrario, se suma el reciente conflicto de la Copa Davis ya que los mejores tenistas de nuestro país, ratificaron que no jugarán la serie contra China, a realizarse los días 16 y 17 de septiembre en Mérida, Yucatán, si no hay acuerdo sobre sus peticiones. 

Desde la serie donde México recibiría a Bielorrusia, en febrero de 2022, y que los nuestros ganaron “bye” debido a la sanción que le impuso la ITF a ese país, por el respaldo a la invasión de Rusia a Ucrania, integrantes del equipo mexicano entregaron una carta a quienes dirigen los destinos del tenis exponiendo puntos que debían atenderse de manera inmediata:

  1. Comunicación: seguimiento constante durante el año por medio de un intermediario para

simplificar la comunicación directa entre la FMT y el equipo.

  1. Transparencia: relacionada con el manejo de los premios ITF y los salarios del equipo.
  2. Compromiso: elaborado por escrito, a través de protocolos y lineamientos para la Copa Davis.
  3. Planeación: orden y estructura para planear las series Copa Davis en tiempo y forma.
  4. Equipo: tomar en cuenta al equipo para la toma de las siguientes decisiones: designación del capitán del equipo, así como identificación de sus deberes y roles principales; decisión de las condiciones de juego (sede, superficie y pelota).

A 18 MESES

Han pasado ya 18 meses desde entonces y, como de costumbre, los “sabios” del deporte blanco no dan la cara, no obstante que, en febrero pasado, los tenistas se abstuvieron de participar en la serie contra China Taipei, en Metepec, Estado de México, que envió a México al Grupo II, pues los contactaron dos semanas antes -durante el Abierto de Australia- para ver si podían jugar la Copa Davis.

Quizá para los que nunca han hecho un calendario es fácil hacer este tipo de propuestas, pero para el jugador que planea con mucho tiempo de anticipación sus torneos, sus giras, y que le va a meter su propio dinero, es mucho más complicado.

Durante el Abierto de Los Cabos, la semana pasada, nuevamente los jugadores advirtieron que no jugarán hasta que haya una verdadera negociación. Resulta que Enrique Núñez, coordinador del Comité de Selecciones Nacionales, inició pláticas con los jugadores para escuchar sus peticiones y buscar alternativas. El propio Núñez presentó, ante su comité, una terna para el cargo de capitán, pues se dice que hace más de un mes se tomó la decisión de quitar a Miguel Gallardo.

Núñez propuso los nombres de Bruno Echagaray, Adrián Contreras y Alain Lemaitre, lista que sometería a consideración de los jugadores Copa Davis, pero, de súbito, llegaron aires desde Guadalajara y el Comité de “Selecciones Nacionales” designó a Leonardo Lavalle por 4 votos a 1.

Núñez, entonces, decidió hacerse a un lado. Qué bueno, aunque hubiera sido más cristalino renunciar, pues se nota que como coordinador de ese grupo poco o ningún caso le hacen y que las órdenes se acatan.

Así fue como los tenistas Luis Carlos Álvarez, Ernesto Escobedo, Lucas Gómez, Santiago González Torre, Hans Hach Verdugo, Luca Lemaitre, Gerardo López Villaseñor, Miguel Ángel Reyes Varela, Rodrigo Pacheco y Manuel Sánchez Montemayor se presentaron ante los medios de comunicación en Los Cabos, la semana pasada, y advirtieron que no jugarán si no cambian las cosas.

Hay quienes piensan que los jugadores deberían envolverse en la bandera mexicana y jugar por amor a la patria. El sentimiento es noble, pero cuando el tenista tiene que invertir para sus torneos y partirse el alma en las canchas internacionales para sobrevivir o buscar que su familia viva mejor, no vemos a ningún benevolente aportando su “granito de arena”. Son los jugadores, sus familias y los patrocinadores, pocos o muchos y que ellos mismo consiguen, los que apuestan por sus carreras. Por décadas los hombres de pantalón largo los han utilizado para su beneficio, ejemplos hay muchos porque no es la primera vez que pasa, siempre con el argumento que es para el desarrollo del tenis mexicano.

¿MÉRIDA PARA RODRIGO?

Sabemos, de buenas fuentes, que hay presión sobre Rodrigo Pacheco y su familia para que este jovencito de 18 años juegue la Copa Davis, primero porque es yucateco y ¿Dónde se va a jugar la Copa Davis?… sí, en Yucatán. Rodrigo fue campeón el año pasado de la Copa Mundial Yucatán y es un atractivo, pero esto llega a las más altas esferas políticas. Quizá la negociación para que la serie se lleve a Mérida poco tenga que ver si fue porque está a nivel de mar o si es lo mejor para el equipo, había que llevarla allá por otras razones y seguramente hay una cifra de más de seis ceros, pero no le preguntaron al principal involucrado, que en este caso es Rodrigo Pacheco, su familia y sus entrenadores. Y como el jugador desea enfocarse primero en sus torneos entonces viene el amedrentamiento.

No dudamos, que al final Rodrigo acepte jugar en su tierra, y quizá lo haga porque su carrera está al alza y lo que menos necesita es toparse con obstáculos de personajes sin escrúpulos. Y tal vez convenzan a algún otro -se habla de Ernesto Escobedo- porque no podrán contar con César Ramírez quien recientemente se operó de un codo.

Por lo pronto, los mejores tenistas de México mostraron dignidad y tienen que mantenerse unidos, las “advertencias” contrarias ya están en el aire… “Por mis pistolas no vuelven a jugar Copa Davis” se escucha por el rumbo de Miguel Ángel de Quevedo, aunque a mi ver, la actitud de los jugadores aún es muy “light”.

Como siempre, todo esto tiene un trasfondo político y económico, el tablero, de cara a las próximas elecciones en la FMT, sigue moviéndose y la Copa Davis es apenas una pieza. Tenistas, capitanes, entrenadores, comités, presidentes de asociación, son solo piezas útiles que serán movidas en el momento necesario y la mayoría o levanta el dedo o se agacha y camina de lado.

Vienen épocas más duras para el tenis mexicano, de eso, no hay duda, mientras la ITF que tanto presume de legalidad, honestidad y fomento de valores sigue respaldando y aflojando dinero a quienes dicen dirigir el tenis nacional y todos saben cómo llegaron ahí.

 

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