Juego, Set y Partido

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  • Por Mauro Flores

RedFinanciera

Hace 28 años, en 1965, la FMT vendió la sede de la Copa Davis a EUA, en un acto bochornoso para el tenis mexicano; hoy, los mejores tenistas mexicanos siguen vetados.

En estas fechas se cumplen 58 años de uno de los hechos más bochornosos de la historia del deporte blanco de nuestro país y que conviene recordar, a propósito de la próxima serie Copa Davis contra la República Popular de China, que se disputará los días 16 y 17 de septiembre en Mérida.

México se enfrentaría a Nueva Zelanda del 17 al 19 de julio de 1965 en el Centro Deportivo Chapultepec, donde los nuestros eran ampliamente favoritos y así sucedió, fue un contundente 5-0, pero según comenta Elena Osuna, en su libro Rafael Osuna, Sonata en set mayor: “lo que le dio un cariz muy especial a este cotejo fue el hecho de que, tomando como algo muy seguro nuestro triunfo sobre Nueva Zelanda, los dirigentes del tenis habían hecho arreglos para que la siguiente serie contra Estados Unidos -que por derecho debía jugarse en México-, la Federación Mexicana de Tenis aceptó cierta cantidad de dinero (20,000 dólares) para ceder el derecho de la sede y este encuentro se jugará en Dallas, Texas”.

Osuna, quien regresaba de haber participado en el torneo de Wimbledon, comentó: “la serie contra Estados Unidos tenía buenas posibilidades de ganarse si se jugara aquí, pero al trasladarse a la ciudad de Dallas, la serie será difícil, primero porque ellos jugarán en su terreno, con su público, a nivel de mar y en mesas de cemento, Allí Ralston juega enormidades”.

En la revista estadounidense Tennis, Víctor Seixas, varias veces capitán del equipo Copa Davis de Estados Unidos publicó un artículo donde expuso: “Fue una enorme sorpresa para mí que los mexicanos aceptaran jugar en nuestro país, ya que este año ellos tenían derecho a escoger y podían haber insistido jugar en México. La única explicación sobre esta decisión es que se les ofreció una considerable suma de dinero; suma que sobrepasa con mucho las entradas que se podrían obtener en México. Si éste es el caso, el poder de la “plata” ha sacado su horrible cabeza, y el todo poderoso dólar ha hablado. Por supuesto nadie disfruta jugar a 8,000 pies sobre el nivel del mar en México -incluyendo a Osuna y Palafox-, pero pienso que las posibilidades de una victoria mexicana son enormes jugando en su país”.

“Si yo fuese capitán del equipo mexicano estaría bastante desilusionado de la visión tan pobre de la Federación Mexicana de Tenis. También me desalienta un poco el hecho de que la palabra “dinero” sea suficiente para dominar el sentido común”.

Manuel Seyde, director de deportes en el diario Excélsior, destacó en su columna Temas del día:  “Una carta publicada por toda la prensa y firmada por la señora Elena Osuna de Belmar a nuestro director general es la verdad purísima y es, también, un delicado látigo femenil que golpea a la Federación Mexicana de Tenis exhibiendo la vergonzosa venta que esta institución hizo de la sede del round de Copa Davis México-Estados Unidos. Le correspondía a la Ciudad de México, pero los dirigentes del tenis, que por lo visto en materia de tenis son unos picudos comerciantes de a pie, la vendieron a los Estados Unidos y se efectuará en Dallas… No sé hasta qué punto una federación sea entidad libre dentro de la Confederación Deportiva, o bien, hasta dónde la Confederación Deportiva puede intervenir en ciertos casos, como éste, en el que se empeña el honor de un deporte organizado de México por un puñado de dinero. Contra todos los razonamientos que pueda exponer la Federación Mexicana de Tenis está la delicadeza elemental que debe guardarse, siempre, y más aún cuando México es ahora sede de unos Juegos Olímpicos”.

“Ignoramos si la intervención oficial, ya sea de la Confederación Deportiva o de alguna otra dependencia, podría hacer que se rectificara el error; pero sí estamos seguros, en cambio, de que la renuncia en masa de la Federación Mexicana de Tenis vendría a lavar un poco el rostro del tenis mexicano que vende su sede apoyándose en que aquí las taquillas son flacas y allá al entrar a la mesa, ya tendrán dinero escondido en las faltriqueras”.

México visitó a Estados Unidos del 31 de julio al 2 de agosto de 1965, el resultado fue que nos ganaron 4-1. Elena Osuna comenta que después de esa serie, Antonio Palafox decidió retirarse del equipo mexicano de Copa Davis.

Como consecuencia del escándalo, el dinero obtenido fue requisado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y las autoridades ordenaron la formación de algún tipo de patronato que se encargara de administrar las ganancias obtenidas y cuyos fines fueran la promoción del tenis nacional. Así nació el Patronato Impulsor del Tenis Mexicano -nada para festejar-, curiosamente entre sus integrantes se encontraban personas que también eran miembros del consejo de la FMT “vende sedes”, comenta Elena Osuna.

En menos de un mes se disputará en Mérida la serie contra China y hasta hoy los mejores jugadores de México siguen “vetados” por otros “picudos” que se sienten dueños del deporte blanco y que por supuesto, bailan al ritmo de los dólares que les toca la ITF y de lo que obtengan por la venta de la sede al Gobierno de Yucatán y/o a la iniciativa privada… seguimos tocando la misma melodía, con la misma arpa y con los mismos músicos… ¡Urge lavar el rostro del tenis mexicano!

 

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