Rebozo de Tenancingo, prenda que evolucionó del decoro a la elegancia

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  • El municipio mexiquense es conocido como “La cuna del rebozo de bolita”

RedFinancieraMX

El rebozo se ha configurado a lo largo de los siglos como un referente iconográfico de la indumentaria femenina mexicana. Esta prenda textil goza de un alto valor simbólico, que los artesanos de este municipio han aprovechado para transformar a su versátil tela en distintos accesorios para ataviar la figura de las mujeres.

Como referente de lo femenino, el rebozo se encuentra presente en variadas expresiones artísticas y géneros narrativos que por su esquema de identidad resalta lo mexicano. Como ejemplo, la conocida imagen de la pintora Frida Kalho portando de forma cauta un vistoso rebozo rosa, costumbre que emula actualmente la cantante Lila Downs.

A pesar de que en los últimos años su uso entre la población ha disminuido, en el taller familiar del señor Adrián Vázquez Hernández, innovaron en peculiares formas de incluir el tejido del rebozo en objetos como bolsas de mano, zapatos y carteras para afianzar la permanencia de su actividad artesanal.

“Ya que se ha abierto mucho el mercado, ya evolucionamos en diferentes maneras. Se siente orgullo. Más que nada es un orgullo para nosotros como artesanos ir evolucionando las ideas que se van sacando de la cabeza y los mismo clientes te piden el diseño que ellos quieran”, declaró Patricia Vázquez, artesana del municipio.

La artesana relató que su trabajo forma parte de una tradición de cuantiosas generaciones, por lo que la reciente incursión en diferentes piezas de vestir, tiene raíz en la elaboración clásica del rebozo, que incluso hoy en día y por la calidad de los textiles, lo han transformado en una prenda de lujo que se luce en eventos de gran importancia.

“Empezamos a trabajar como a los 8 años aquí en el taller de mi papá, hemos evolucionado bastante, gracias a él tenemos la enseñanza de ir trabajando cada dia el rebozo”, comentó.

En este sentido, refirió que de no querer usar cotidianamente el rebozo, se puede implementar los tejidos al ajuar de las personas por medio de zapatos, bolsas, corbatas, carteras, aretes, recuerdos para fiestas; para la decoración de las casas en servilleteros, cortinas, manteles, colchas, cojines. Incluso en sectores específicos como la religión, los sacerdotes lo emplean en sus vestimentas.

“Yo los invitaría primero a utilizar el rebozo, ya que muchos ya no lo queremos utilizar, y ahora ya no se pierde tanto porque se hacen hasta medallas, pulseras, ya los chicos lo utilizan como bufandas, dependiendo de cada persona”, resaltó.

Tenancingo es conocido como “La cuna del rebozo de bolita”, el que quizá es el rebozo más popular en el imaginario colectivo; aquel al que Francisco Gabilondo Soler alude en su canción La Patita. Su referencia visual se transporta a los utilizados por las actrices María Félix y Dolores del Río, en las películas La cucaracha y María Candelaria, respectivamente.

Don Adrián Vázquez Hernández, padre de la señora Patricia, enfatizó en que “aquí el rebozo es el tradicional, de labor noble, o que se le nombra de tres bolas, y de ahí quien me hace un pedido de diferentes labores, es como lo hacemos ya por pedido”.

El rebozo de bolita está elaborado con tres mil 600 hilos, mide 70 centímetros de ancho y 2.5 metros de largo, su diseño no ha cambiado desde hace décadas, y es el que utilizan la mayoría de las mujeres ya sea para acudir a misa o para cargar a los niños.

Sin embargo, don Adrián elabora todo tipo de rebozos que nombran de distintas formas, media azteca, labores, arco de campana, arco de granada, arco negro y blanco. Algunos cuentan hasta con cuatro mil hilos y según presume, hasta los más sencillos los “hace caber en un anillo”, como sugiere una divulgada prueba de calidad.

En su taller trabajan siete personas, ahí realizan toda el proceso de confección, desde la creación de los hilos, el urdido de las telas, hasta el tejido del rebozo. El procedimiento tarda aproximadamente 15 días para la fabricación de la tela, ya en el telar, una pieza se hace en alrededor de hora y media, cada trabajador elabora un promedio de 25 rebozos a la semana.

“Lo primero es cuando traen el hilo y hurden las telas, eso es el primer proceso, de ahí viene la pependa para formarse los cuatro cordones y de ahi ya viene la boleada, se le hecha atole de harina de trigo, para que pegue el cordón, quede boleado, redondito, y de ahí viene el dibujo y del dibujo ya viene la amarrada”, explicó Vázquez Hernández.

Además, destacó que en su taller enseña a otras personas, principalmente niños y jóvenes a aprender el oficio y así preservar la tradición.

“No es por nada, pero es el taller que se ha enseñado más gente, más jóvenes, yo he enseñado a varios que se han ido al norte, se van a otros talleres”, apuntó.

El trabajo de don Adrián es reconocido por los clientes y por la comunidad, envía pedidos a diferentes países como España, Suiza y Australia y también les ha hecho piezas a personajes como Margarita Zavala y Angélica Rivera.

Este artesano se declara orgulloso de su trabajo y se dice convencido de que la tradición de usar rebozo no terminará, pues lo considera como una pieza esencial del atuendo y personalidad de las mujeres. Esto se refleja en expresiones como la escrita por Rubén Fuentes y Rafael Cárdenas en la canción La del rebozo blanco, que sugiere “nadie sabe las penas que lleva dentro/nadie sabe las penas que va cubriendo”.

“Lo que se ve está volviendo la tradición ya hay muchas personas que lo usan, sea para ir a fiestas, creo yo que esto no se pierde, porque se ha vendido mucho, antes se vendía más, lo usaban muchas personas, ahora lo usan más para lujo”, señaló.

Adrián Vázquez recomendó que para identificar un buen rebozo se debe prestar atención en la trama de la tela, la cual debe ser firme y sentirse totalmente lisa.

Los rebozos de Tenancingo son comercializados en negocios locales y regionales, su precio va desde los 240 pesos, hasta cinco mil pesos, aunque el artesano comentó que en tiendas ya especializadas en moda los venden hasta en ocho o diez mil pesos.

Por ello, su hija Patricia Vázquez se encuentra emprendiendo una casa artesanal en el mismo taller, la cual funcionará como un centro de distribución de rebozos y los demás productos.

“Lo mejor es venir directamente a los talleres, con los artesanos, con todos los compañeros de Tenancingo yo los invito que nos compren y que no reguateen, porque se imaginan cuánto nos cuesta hacer un rebozo para que lleguen las gentes que se aprovechan de los artesanos y digan, cuánto es lo menos”, enfatizó Patricia Vázquez.

Por su parte, el alcalde del municipio, Roberto Sánchez Pompa, reiteró que “los días 7, 8 y 9 de septiembre tuvimos nuestra tradicional Feria del Rebozo, es un evento muy significativo para el municipio y en especial para los artesanos, porque se da la oportunidad de comercializar”.

Destacó que fueron 50 artesanos del municipio que pusieron sus productos a la venta en esta ocasión. Además, indicó que en coordinación con el gobierno del estado se impulsa esta actividad con diversos programas sociales para garantizar su permanencia.

“Es una es una actividad histórica, generacional inclusive y estamos trabajando muy fuerte para que no se pierdan. Hoy día muchos artesanos ya tienen 65, 70 años y nos hemos encontrado con que a veces los hijos ya no quieren continuar del todo con la actividad.

“Nosotros debemos de seguir trabajando para que la actividad se siga promoviendo, cuidar por supuesto y fortalecer a nuestros artesanos, no solamente en su actividad artesanal sino también como ciudadanos como seres humanos”, apuntó.