Análisis a Fondo

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  • La prensa estadounidense pone sus ojos en Ebrard
  • Periodistas de Associated Press lo entrevistan como aspirante
  • El negociador espera ahora ser el primero, por encima de Claudia
  • Por Francisco Gómez Maza

 

RedFinancieraMX

 

El canciller Ebrard va en segundo lugar, después de la doctora Claudia Sheinbaum, en las encuestas levantadas por varias empresas entre los votantes de México, pero pareciera que es el predilecto de la prensa internacional para gobernar este país.

 

En efecto, la agencia estadounidense de noticias, Prensa Asociada (The Associated Press) le dedicó este domingo 16 de abril casi dos mil palabras a una entrevista que le hicieron, el 3 de este abril, los colegas Christopher Sherman y Eduardo Castillo, del staff de la agencia, con el titular: “Es la voz internacional de México. Ahora quiere gobernarlo.”

 

Y el lead de  la entrevista dice:

 

“Ha sido la cara de México en la arena internacional por casi cinco años y con frecuencia la voz en las discusiones con líderes mundiales, incluidos algunos con temperamento voluble, como el expresidente estadounidense Donald Trump.”

 

Enseguida, escriben: “Ahora, el canciller Marcelo Ebrard apostó a que sus credenciales en la escena mundial —y su pasado como alcalde y político progresista— le abran las puertas para que el partido oficialista vea en él a su candidato a presidente en 2024.”

 

Los periodistas de AP reconocen, sin embargo, que Ebrard está en medio de una carrera a tres bandas con Claudia Sheinbaum, y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López. Y hay quienes aseguran que Sheinbaum es la favorita del presidente, aunque Ebrard no lo ve así. “Encuentro muy lógico que Claudia y su equipo a todo el mundo le digan ‘soy la’, porque ni modo que el presidente diga ‘No, no, no es la favorita’. Es como si yo te digo ‘Soy el favorito, ayer me dijo’”.

 

Sin embargo, advierten que Ebrard debe superar varios obstáculos entre los que está la percepción de que, no obstante que conecta con la base del partido, al menos no como lo hace el carismático López Obrador. También le pesan las críticas que le hacen responsable, como canciller, de que el gobierno de Estados Unidos haya supuestamente impuesto su política migratoria y delegado en México el trabajo sucio.

 

Y cuentan que el canciller ha respondido con videos desenfadados de TikTok, que buscan una conexión con la gente y, particularmente, con los votantes. En uno, se fue a comer tacos en un puesto callejero con su esposa, vestido con un traje de diseñador y, en otro, convierte un tropiezo en un movimiento de baile reproducido en bucle con una canción de Bad Bunny de fondo. Recientemente, además, publicó una autobiografía que enmarca como una victoria diplomática sus negociaciones migratorias con la administración Trump, porque México evitó las amenazas estadounidenses de imponer un arancel general.

 

En la entrevista con los periodistas de The Associated Press, Ebrard se describió a sí mismo como un “progresista” que será fiel a los principales programas sociales de López Obrador, si llega a ocupar su puesto.

 

Registran los reporteros de la agencia estadounidense que “En un gobierno que insiste en ayudar a los pobres como prioridad —alrededor del 40% de los mexicanos vive en pobreza—, Ebrard ambiciona, no sólo reducir la pobreza, sino hacer crecer la clase media. Quiere “una sociedad donde la desigualdad se vaya a reducir” y considera que la clase media podría ser a futuro la mayoría de la población.

 

Según los expertos, recuerdan los entrevistadores, Ebrard tiene más apoyo de ese estrato social (las clases medias) que los otros contendientes principales, pero el factor decisivo podría estar en la base del partido, los votantes más fieles a López Obrador. El aspirante a presidente considera “absurdo” que se piense que no está cerca de esas bases.

 

“Eso es un argumento político”, desdeñó y agregó que, si no tuviera posibilidades de lograr ese respaldo, “¿por qué estoy compitiendo en las encuestas?”.

 

Recuerdan los dos reporteros entrevistadores que Ebrard ya conoce el sabor del segundo puesto: a finales de 2011, perdió ante López Obrador en un sondeo para ser el candidato presidencial de la izquierda en las elecciones del próximo año. Antes de eso, el hoy canciller se desempeñó en varios cargos con López Obrador, cuando éste fue jefe de Gobierno de la Ciudad de México y aunque, en 2006, él mismo se convirtió en jefe de la ciudad.

 

Si bien ha recibido la etiqueta de moderado, Ebrard recuerda que durante su gestión como alcalde de la ciudad se despenalizó el aborto en las primeras 12 semanas del embarazo y se avaló el matrimonio civil entre personas del mismo sexo en Ciudad de México.

 

“En el matrimonio igualitario, yo soy el radical”, dijo.

 

Sin embargo, los periodistas advierten que hay dudas de hasta qué punto sus logros como diplomático principal de un presidente que se ha enfocado en lo nacional le ayudará y estarán presentes en la mente de los votantes que elegirán al candidato oficialista y, más adelante, al sucesor de López Obrador.

 

Extensa la entrevista. Aquí he  reseñado solamente lo relacionado directamente con el papel que Ebrard quiere jugar como presidente de México. El resto es un amplio recuento de lo que Marcelo Ebrard Casaubón ha realizado como Secretario de Relaciones Exteriores, especialmente frente al gobierno de los Estados Unidos, como la consecución de las vacunas anticovid, y sus planes en caso de ganar la presidencia.