Resalta la IP fortaleza del peso y equilibrio en la balanza de pagos

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  • La moneda mexicana es muy demandada en el mercado mundial
  • “Hoy por hoy, la economía mexicana se ve sólida”: CEESP

RedFinanciera

El sector privado del país admitió que la fortaleza del tipo de cambio del peso frente al dólar ha sido sorprendente, y subrayó que en los últimos 4 años nuestro país no ha necesitado tantos recursos financieros para mantener el equilibrio en su balanza de pagos.

Debido a ello, aclara el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), el peso es una moneda muy demandada por los inversionistas y hombres de negocios en el mercado de divisas internacional, y “hoy por hoy, la economía mexicana se ve sólida”.

En su análisis semanal, el CEESP señala que a pesar de que la apreciación perjudica la competitividad de la economía, esta es aún mejor que la de años como 2014.

Se explica que en los últimos 6 meses la apreciación del peso frente al dólar o la caída del precio de la moneda estadounidense ha sido de alrededor de 9%.

Para el CEESP hay varios factores que pueden explicar la apreciación del peso, entre los que sobresalen la evolución de la balanza de pagos que genera oferta de dólares y es fuente de apreciación del peso.

Asimismo, precisa que la cuenta corriente, que incluye los flujos de comercio de mercancías y de servicios -como turismo, remesas y servicio de la deuda externa-, normalmente es deficitaria en un país como México y ello es una fuente importante de la demanda de dólares.

Y explica: “En contraparte, la cuenta de capital -flujos de entradas menos salidas de capital del país- normalmente es superavitaria y es fuente de oferta de divisas.

Sin embargo, se precisa que desde 2019 los flujos (entradas) de capital son menores, probablemente porque la decisión de invertir en activos dentro de México está sin duda sujeta a mayor incertidumbre, cambios repentinos en las reglas y dudas acerca de la prevalencia del estado de derecho en el país.

No obstante, en el ánimo de los empresarios tiene un gran peso la idea de que el déficit de la cuenta corriente es ahora menor que en el pasado, debido a que “el país absorbe menos recursos en consumo e inversión o, dicho de otra manera, porque la inversión es baja y su exceso sobre el ahorro nacional también lo es”.

Se detalla que “como se vea, el menor déficit de la cuenta corriente implica que la demanda agregada nacional, en consumo e inversión, es poco dinámica”.

En resumen, refrenda el CEESP: “En los últimos 4 años México atrae menos recursos financieros, pero a la vez los requiere en menor medida. Y ello es consecuencia del bajo crecimiento de la demanda agregada, que también explica en buena parte el estancamiento del crecimiento económico que vive el país”.

Se expone que la balanza de pagos todavía genera una oferta de dólares mayor que la demanda que origina y por lo tanto es una fuente de fortaleza del tipo de cambio.

El análisis del organismo empresarial añade que aunque las entradas de capital para inversión financiera en el país se hayan debilitado en los años recientes, la inversión en activos y derivados financieros denominados en pesos ha sido activa en los mercados mundiales, los cuales funcionan permanentemente fuera de México.

Se indica que los montos que se comercian en los mercados internacionales de divisas son mucho mayores que los flujos de la cuenta corriente.

Asimismo, se puntualiza que el peso se comercia ampliamente en el mercado global con una cotización de mayoreo.

Se añade que información del Banco Internacional de Pagos (BIS) indica que en los meses de abril de 2019 y 2022, las operaciones o la “rotación” (turnover) del peso en los mercados internacionales alcanzó más de 100 mil millones de dólares diarios.
El registro de dichas cifras se ubican varias veces por arriba de las operaciones de la cuenta corriente o movimientos financieros de la balanza de pagos de un año y más del doble que las exportaciones totales de un mes.

Finalmente, el CEESP remata su acero: “Hoy por hoy las finanzas públicas de México son más fuertes que la mayoría de sus pares (otras economías emergentes). El déficit y la deuda del sector público (como proporción del producto) son menores que los de la mayoría de ellos. El déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos, que ha sido a menudo precursor de crisis de muchos países en el pasado, es también menor al de la mayoría.