Textos en libertad

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  • Termina un año negro, con la partida de Paco Salinas Ríos
  • José Antonio Aspiros Villagómez

 RedFinanciera

 El año 2022 comenzó mal y termina mal. El 14 de enero recibimos la noticia de que los hijos del tecleador habían perdido a su madre, Celia Heras Cruz, en la Ciudad de México. Luego, el 18 de marzo falleció en Querétaro nuestro progenitor Fausto Aspiros Olivera. Semanas antes, el 7 de febrero, nuestro querido amigo y colega Alfredo Barba Chávez, de Aguascalientes, había visto partir a su esposa, doña Martha Sánchez Perea.

         Varios otros amigos y colegas también partieron en el transcurso de 2022. Los tratamos más en el ámbito gremial que en el laboral, por lo cual la relación era más cordial y cercana. En cada caso, su partida nos causó gran tristeza.

         Nos referimos a Juan Manuel Rodríguez González quien falleció en Aguascalientes el 24 de enero; Roberto Manuel Guzmán Benítez el 14 de marzo en Colima; José Arroyo Reyes el 3 de junio en Taxco, Guerrero, y Carlos Ravelo y Galindo el 9 de julio en el Estado de México.

         Después tuvimos que despedir, también a distancia pero con pesar, a Gilberto Samayoa Madrigal y Héctor Murillo Cruz, ambos fallecidos el 5 de agosto en la Ciudad de México; a Miguel López Azuara el 28 de septiembre en su natal Tuxpan, Veracruz, y al día siguiente, 29, a Juan Miguel Sánchez Arguelles, de Texcoco.

El 31 de octubre partió José Prisco Enrique Árciga Alcántara, de Toluca, y muy sentida fue la pérdida de Hilda Luisa Valdemar y Lima, de Puebla, el 22 de noviembre. Fueron compañeros nuestros en el Club Primera Plana, o bien en la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, y en algunos casos egresados, como el tecleador, de la Escuela de Periodismo ‘Carlos Septién García’ y titulados hace una década por la Secretaría de Educación Pública.

A muchos de ellos nos referimos en su momento en nuestros Textos en libertad, que ya habíamos interrumpido por el resto del año luego de dedicar los últimos a los nacimientos y la Navidad, pero este 30 de diciembre fuimos avisados de otro deceso y fue necesario volver a la tecla.

Una amiga común, la maestra Ana Lilia Arias, directora de la Asociación Mexicana de Profesionales de la Edición y de la Academia de las Artes de la Escritura, nos informó que había fallecido Francisco Salinas Ríos, gran amigo y director de la Agencia Nacional de Noticias, que difundía nuestro trabajo.

         Y nos reenvió un mensaje puesto en redes por el doctor Raúl Trejo Delarbre, investigador y académico de la UNAM, donde escribió: “Lamento mucho el fallecimiento de Francisco Salinas Ríos, periodista honesto y profesional. La conversación con él siempre fue enriquecedora…”.

         Amigo de muchos años, Paco Salinas alcanzó a ver publicado su libro ‘Excélsior. La otra historia’, que presentó el 30 de noviembre en la librería ‘Rosario Castellanos’ de la alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México.

         Le quedamos mal dos veces y nos sentimos apenados por ello: la primera, cuando nos pidió que hiciéramos la corrección de estilo de ese libro, pero no pudimos porque estábamos ocupados de tiempo completo en terminar el más reciente de los nuestros: la historia pormenorizada de la Agencia de Noticias del Estado Mexicano, ‘Notimex, la imagen sexenal de México en el mundo’, publicado a finales de 2019.

         Y la segunda, cuando a mediados de noviembre pasado nos invitó a la presentación –“será un honor que nos acompañes”—pero no fue posible hacer el viaje a la capital debido a un traumatismo que por doloroso nos obligó a descansar de la tecla todo el mes y no ha menguado pese a consultas, terapias, estudios y analgésicos.

         Pero nos dio algunas luces acerca de su libro, que finalmente fue publicado por la Cámara de Diputados: “cuenta otra historia -nos dijo-que demuestra la verdad de lo que hizo Julio Scherer en un periódico que manejó como empresa propia”… “Llegó a la dirección (de Excélsior) y se mantuvo por Luis Echeverría, y salió no por éste, sino porque los cooperativistas se fastidiaron con (él, pues) no los tomó en cuenta. Esta verdad no ha sido contada por ningún libro escrito anteriormente sobre Excelsior”.

         “Te va a gustar porque no hay otro libro que aborde este perfil”, fueron los últimos comentarios que tuvimos de parte de Paco Salinas, quien tuvo la satisfacción de ver publicada su obra, que trataremos de conseguir para leerla y comentarla. La noticia de su muerte a dos días de terminar el año, nos ha sorprendido y entristecido, y desde estas líneas, apresuradas y mal pergeñadas, lo despedimos con gratitud por su amistad y reconocimiento por su trayectoria. Descanse en paz.