- Cotizará por debajo de las 19.50 unidades por dólar
- Por Ricardo Jiménez
RedFinancieraMX
En el mercado de cambios la mayoría de los participantes creen que la Reserva Federal mostrará un tono menos restrictivo en su próximo anuncio de política monetaria prevista para el 14 de diciembre, donde se espera un incremento de 50 puntos base su tasa de interés de referencia cuando lo venía haciendo de 75 puntos base.
El peso mexicano bajo este contexto mostraría cotizaciones relativamente tranquilas durante la presente semana, con amplias posibilidades de seguir operando por debajo de los 19.50 pesos por dólar, aunque el rango de negociación podría establecerse entre 19.10 como nivel mínimo y 19.70 pesos como negociación máxima.
Es importante destacar que la paridad cambiaria peso-dólar seguiría con un desempeño poco volátil con respecto a las demás divisas de países emergentes, sin embargo, la mayoría de los analistas del medio financiero sus miradas estarán puestas en el dato de precios al consumidor correspondiente a noviembre.
En opinión propia, la divisa mexicana continuará sustentada por las expectativas de mayores alzas en las tasas de interés del Banco de México (Banxico), pues existe el pronóstico de que el costo del dinero se siga encareciendo con el pronóstico de finalizar el año a un nivel cercano de 11%.
Además, el peso mexicano seguirá fuerte en lo que resta de este año, por el amplio diferencial que existe entre las tasas de interés de México y Estados Unidos que se ubican en 600 puntos base, la fuerte relación económica que existe con el país vecino del norte y el menor riesgo político comparado con otras divisas emergentes.
Sin embargo, es sobresaliente destacar los comentarios de algunos miembros del Fed, como el presidente del Fed de Richmond, Thomas Barkin al decir que la oferta laboral restringida mantendría presiones al alza sobre la inflación y dificultará los esfuerzos del Fed por equilibrar la demanda.
El presidente del Fed de Chicago, Charles Evans, comentó que la tasa de interés deberá subir a una tasa terminal superior a la estimada anteriormente y que están en camino a una postura restrictiva que permita un regreso de la inflación al objetivo del 2%.
El mercado cambiario incorporó una infinidad de datos económicos, comentarios de bancos centrales, noticias de contagios en China y tensiones geopolítica, sin embargo, los reflectores estuvieron centrados en el discurso del Presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, así como, las cifras de empleo de Estados Unidos.
La sorpresa positiva en el reporte de la nómina agrícola correspondiente a noviembre con una sólida creación de nuevos empleos de 263,000, añadió presión al Fed para relajar un poco su política monetaria para el próximo anunció, lo cual, provocó recuperación de la mayoría de las divisas a nivel mundial.
Las monedas más apreciadas resultaron el peso chileno con 4.23%, el yen japonés con 3.51%, el real brasileño con 3.35%, el dólar neozelandés con 2.5%, el ringgit de Malasia con 2.15%, el dólar de Singapur con 1.93% y el peso colombiano con 1.91%.
Entre las divisas relevantes, el euro logró una revaluación frente al dólar estadounidense de 1.33%, cotizando en 1.0533 dólares por euro, mientras que la libra esterlina se apreció 1.56%, cotizando alrededor de 1.2281 dólares por libra.
En esta semana habrá mucho interés en los reportes de inflación tanto al consumidor (México, China y Brasil), como al productor de Estados Unidos, los cuales podrían ofrecer mayor claridad sobre el rumbo de la política monetaria a nivel mundial.
En este mismo contexto, destacan las decisiones de los bancos centrales en Australia, Chile, India, Canadá, Brasil, Perú y Polonia, al igual que los comentarios del Banco Central Europeo, además, será importante analizar los reportes del PIB correspondiente al tercer trimestre de la Eurozona y Japón.
En la agenda económica de esta semana destaca la publicación en Estados Unidos, las órdenes de fábrica, ISM de servicios, balanza comercial, crédito al consumo y confianza al consumidor de la Universidad de Michigan. En México, la agenda incluye la confianza al consumidor, inversión fija bruta, consumo privado, negociaciones salariales y la encuesta de expectativas del sector bancario.