5 “historias de terror” que no quieres vivir con el crédito  

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  • El verdadero miedo proviene de las deudas que persiguen sin descanso, no de los cuentos de fantasmas

RedFinanciera

Cuando pensamos en Halloween, solemos imaginarnos disfraces y maratones de películas de terror. Sin embargo, para muchos mexicanos, el verdadero miedo no viene de los cuentos de fantasmas, sino de las deudas que parecen perseguirlos sin descanso.

Para ponernos en contexto, de acuerdo con el Inegi el 27.3% de los mexicanos con deudas admiten que se han atrasado en el pago de un crédito o préstamo. Si bien el Barómetro de Tala revela que un 39.5% de los usuarios de crédito digital se sienten muy capaces de cumplir con sus pagos en tiempo y forma, el sobreendeudamiento se deriva de la adquisición de productos financieros que no se adaptan a sus necesidades y a una serie de errores que terminan convirtiendo el crédito en una trampa.

Estos errores “de terror” pueden transformar una herramienta útil en un problema que crece sin control. Pero, como cualquier buena historia de miedo, hay formas de evitar caer en estas pesadillas financieras.

Tala, plataforma digital de créditos, indica cinco errores comunes de que se deben evitar:
 

1. Crédito no planificado: el monstruo de las decisiones impulsivas

Uno de los errores más comunes es solicitar un crédito sin tener una planificación clara. Es como abrir una puerta en una casa embrujada sin saber qué hay detrás: la mayoría de las veces, solo conduce al caos. Cuando los consumidores solicitan un préstamo sin entender su capacidad de pago o sin un presupuesto que lo respalde, caen en un espiral de deuda difícil de manejar.

De acuerdo a datos de Tala, el 45% de los usuarios solicitan créditos de forma mensual a al menos 3 compañías. Esto representa una bola de nieve al momento de liquidar estos préstamos, o incluso se traduce en otro error común que es pedir un nuevo préstamo para pagar una deuda previamente adquirida.

2. Comisiones ocultas: el fantasma que nadie ve venir

Los costos ocultos son como espectros invisibles que acechan a quienes solicitan créditos. Muchas veces, los consumidores no se fijan en las “letras pequeñas” o no investigan a fondo las comisiones y tasas adicionales, hasta que es demasiado tarde.

Por ello, no es casualidad que el Barómetro indique que es mayor el número de mexicanos que optan por plataformas de crédito digital (84.5%), contra quienes se orillan por el crédito de los bancos tradicionales (13.30%). Esto debido a que la transparencia que ofrecen ayuda a que los usuarios siempre sepan lo que tienen que pagar y, al realizar su pago a tiempo, tengan la posibilidad de solicitar un préstamo nuevo inmediatamente. Sumado a esto, la facilidad de pagar a través de una app en instantes, es uno más de los beneficios que son evaluados por los motiva al usuario más que la necesidad de acudir a sucursales físicas.

3. Pagos mínimos: el zombie que siempre acecha

Hacer solo los pagos mínimos es como luchar contra un zombie: parece que avanzas, pero en realidad el problema nunca acaba. Esta práctica, aunque tentadora en el corto plazo, puede extender la vida de la deuda y hacer que termines pagando mucho más en intereses. Por ello, se recomienda siempre abonar más del pago mínimo o saldar la deuda en su totalidad cuando sea posible. Esto permitirá liquidar el crédito más rápido y evitar los intereses acumulados.

4. No tener un fondo de emergencia: el abismo sin fondo

No contar con un fondo de ahorro es como caminar al borde de un precipicio en plena oscuridad. Un imprevisto, como una emergencia médica o la pérdida de empleo, puede desestabilizar tus finanzas y obligarte a recurrir a créditos o préstamos innecesarios.

Además de pagar a tiempo tu crédito, procura siempre destinar un porcentaje de tu ingreso a ese fondo de emergencias. Aunque se trata de montos pequeños, el acumulado puede convertirse con el tiempo en un respaldo que permita cubrir cualquier imprevisto e incluso no necesitar de un préstamo en situaciones futuras.

5. Crédito equivocado: el villano disfrazado

No todos los créditos son iguales, y seleccionar el tipo de crédito incorrecto para tus necesidades puede ser un error fatal. Ya sea que elijas un crédito personal para una necesidad empresarial o viceversa, escoger mal puede terminar afectando tus finanzas más de lo necesario. Evalúa bien tus opciones antes de tomar una decisión. Si necesitas un crédito para inversión o para un negocio, investiga cuál es el más adecuado para esa situación.

La clave para no caer en estas historias de terror financiero está en la educación financiera, ya que estos recursos permiten al usuario entender al crédito y tomar decisiones informadas, eligiendo productos financieros que se ajusten a tus necesidades y a tu estilo de vida. El crédito no tiene por qué ser una pesadilla; bien gestionado, puede ser el impulso que necesitas para lograr tus objetivos.