- The Botanist, el primer dry gin de Islay, es una rara expresión del corazón y alma de esta remota isla escocesa
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Cualquier bebida, como cualquier flor o hierba, es el reflejo de la calidad de la tierra que la vio crecer y de los elementos que la nutren: la lluvia, los minerales, el viento e incluso las manos que cosechan su materia prima. Así, cada región del mundo ofrece una bebida con un sabor diferente, una apariencia única y un aroma especial, como The Botanist, el primer dry gin de Islay, una rara expresión del corazón y alma de esta remota isla escocesa.
The Botanist es un dry gin que va más allá de su categoría y la transforma a través de una exploración progresiva de la herencia botánica de la isla de Islay. Las nueve hierbas clásicas del gin son complementadas con 22 hierbas y flores locales –mastranzo, manzanilla, cardo, abedul, sauco, retamo, espino blanco, brezo, enebro, galio, toronjil, ulmaria, artemisa, trébol rojo, yerbabuena, mirra, mirto, tanaceto, menta acuática, trébol blanco, tomillo albar y escorodonia–, recolectadas a mano de las colinas, costas y pantanos de turba de esta fértil isla Hébrida por un equipo propio de científicos botanistas.
En la siguiente etapa entra Ugly Betty, el último alambique de su tipo en la destilería Bruichladdich, el cual utiliza 3 veces más tiempo en el proceso de destilación. El resultado es una odisea botánica en una copa, que rinde honor a la manos que lo crean desde su propio nombre.
El primer encuentro entre The Botanist y los amantes del dry gin revela su color platinado, seguido de un aroma compuesto de notas suaves y delicadas como mentol, mastranzo, bayas de enebro, cilantro con matices de anís, cáscara de limón y naranja, junto a un bouquet de flores veraniegas; además de un olor a miel del cardo, retamo, menta silvestre y el aroma de las praderas en verano.
Al primer contacto, el cuerpo suave y satinado de este dry gin traza su camino por el paladar como ningún otro, terminando en un gusto rico y suave; un sabor fresco en un inicio que, llegando al fondo del paladar, brinda el calor y la absoluta pureza de una destilación lenta y sin prisa.
A pesar de ofrecer una sensación plenamente satisfactoria cuando se bebe solo, The Botanist sigue el ejemplo de las personas que han dado forma a la gastronomía y la cultura culinaria del mundo y apuesta por la creatividad a la hora de combinar: el rostro más común del dry gin, el gin tonic, puede tornarse en una nueva aventura de sensaciones y sabores teniendo a Botanist como el guía perfecto para encontrar esa receta perfecta. Si el carácter único de The Botanist surgió gracias a los tesoros que podían encontrarse en su tierra natal, cualquiera puede darse a la tarea de buscar los propios, generando así nuevas combinaciones y formas de probar un dry gin de esta gran calidad.
The Botanist ya fue creado. Prepara tu propio The Botanist & Tonic con el botánico de tu elección, nosotros recomendamos albahaca.