- Conoce este bello e histórico Pueblo Mágico de Guanajuato
- Por Alejandra Pérez Bernal/Enviada
RedFinancieraMX
JALPA DE CÁNOVAS, Guanajuato.- Un viaje al pasado, lleno de tradiciones y recuerdos; donde la tranquilidad y la belleza se respiran en cada uno de sus rincones, eso es Jalpa de Cánovas, Pueblo Mágico de Guanajuato, del que poco se sabe, pero quien lo conoce seguramente regresará para recorrer nuevamente sus calles y edificaciones llenas de historias.
Trasládate en el tiempo y conoce más sobre la historia de nuestro país al sumergirte entre sus casonas y edificios de piedra. Admira y disfruta de sus hermosos paisajes llenos de armonía. Deja que los pasillos de la Ex Hacienda de Cañada de Negros, el Casco de la Ex Hacienda de Jalpa y el Templo del Señor de la Misericordia te cuenten los secretos que albergan.
Rodeado por nogales y presas, a poco más de 45 minutos de la ciudad de León, Guanajuato, está Jalpa de Cánovas que originalmente era una próspera hacienda ganadera y con el tiempo creció hasta convertirse en una población donde la gente vive sin prisas y sabe disfrutar de la tranquilidad.
¿Qué visitar?
1.- La Parroquia del Señor de la Misericordia, una magnífica construcción gótica diseñada por el británico Louis Long, y que tardó casi 17 años en terminarse por el comienzo de la Revolución.
2.- La Hacienda de Jalpa, ahora museo, es una construcción que aún conserva los muebles, objetos y colores de la época porfiriana; en este sitio habitaron Óscar Braniff, un empresario ligado a la explotación minera en Guanajuato, y su esposa Guadalupe Cánovas y Portillo.
Recorre cada una de sus habitaciones, baños y cocina. Sorpréndete al descubrir los utensilios de aquella época.
Cabe destacar que la prosperidad de esta hacienda fue por muchos años el sustento del pueblo y de toda la región, al grado que se le conocía como “El granero de México”.
3.- Indudablemente, tendrás que caminar por la Plaza Principal donde te encontrarás con un bello quiosco y una pequeña iglesia de casi 300 años de antigüedad.
4.- Prueba los raspados de hielo hechos a base de frutas de la temporada.
5.- ¿Quieres saber el origen de “Un ojo al gato y otro al Garabato”? Descúbrelo en el Museo Luis Cabrera. Pregunta por este objeto, usado en el pasado.
6.- Ya en el museo, fruto del trabajo del cronista del pueblo, que lleva el mismo nombre, encontrarás una amplía colección de artefactos que hablan del pasado de Jalpa y de su gente.
Si Luis Cabrera (cronista del pueblo) se encuentra en el lugar, pídele que te haga una recorrido, te sorprenderá su capacidad de memoria y su conocimiento por cada pasaje de la historia de Jalpa de Cánovas.
7.- Después de conocer algunos sitios de este Pueblo Mágico, visita el “Rincón de la Galera”, un restaurante y cafetería que ofrece comida tradicional mexicana, como el caldo de zorra (sopa de verduras), mole de nuez y enchiladas con cecina.
8.- Al contar con la nogalera más grande del Bajío, que alberga más de mil árboles de nuez, indudablemente encontrarás una buena oferta de alimentos a base de nuez.
9.- Pero no puedes irte de este poblado sin visitar un sitio llamado “Licores y Conservas Braniff”, donde encontrarás los productos más característicos de Jalpa: mermelada de nuez, licor de nuez y de nogal (hecho con la corteza del árbol), licor de hierbas y la mermelada de zarzamora.
10.- En los alrededores de este pueblo hay abundantes espacios naturales ideales para practicar ecoturismo, como las bellísimas presas Vieja, Nueva y Recibidora (para recorrer en lancha o en bici); el Eco Parque Mil Azahares; la sierra de Comaina, el cristalino manantial de Los Tanques o el Parque Cañada de Negros (que cuenta con juegos infantiles hasta puentes colgantes).
Por todo lo anterior, por la calidez de su gente y por sus grandes bellezas, no pierdas la oportunidad de conocer Jalpa de Cánovas.
Datos Curiosos
Xalpa (palabra de origen nahúatl) significa “en la arena” y “De Cánovas”, en honor de uno de sus más célebres propietarios: Don Manuel Cánovas.
Esta hacienda-comunidad fue fundada en 1542 y fue de las primeras localidades novohispanas en la zona del Bajío.
Llegó a tener, en su tiempo de mayor esplendor (finales del siglo XIX), cerca de 70 mil hectáreas de extensión. Su territorio abarcaba parte de los estados de Jalisco y Guanajuato.
Fue la primera hacienda en ser electrificada, y la primera vivienda en tener un refrigerador que llegó a México, después del refrigerador que se puso al servicio del presidente Porfirio Díaz.